Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Todo lo que pasó en el 2009 y que nunca se atrevió a preguntar

¡Se acaba el año! Y lo que es peor, el calendario. Porque no sé el resto, pero yo todavía necesito tener uno colgado de la pared para saber el día que vivo. A ser posible, de esos con números grandes y un cuadro horrible para cada mes.

Nos acercamos al primer aniversario del blog, pero todavía nos quedan unos días..Así que he optado por hacer una lista de lo que ha ido pasando durante estos 365 días. Lo que haya ido pasando, y que nos interese, claro. Porque una cosa es escribir acerca de la quinta temporada de Perdidos, y otra escribir “me regalan por navidades una sudadera negra muy apañada…”.



Mirad bien p´a ella, que no la volvéis a ver...

¡Se acabó Galáctica! Después de cuatro temporadas, los cylons y los últimos humanos se despiden y se van con sus dilemas teológicos a otra parte. Para el recuerdo quedan las apuestas acerca de quien era el último Cylon, el vestido rojo de Number 6 y…bueno, muchas otras cosas. Y es que es una serie de la que no pude pasar del noveno episodio.

Emiten la quinta temporada de Lost
, con mucho misterio, tramas desveladas y cosas varias. Es increíble lo que da de si la imaginación de los guionistas cuando les descubren que su primera idea era que “iban a estar todos muertos”.



¡Y después soy yo la friki!

La miniserie de Juego de Tronos se convierte en una realidad, para alegría de muchos. Se filtran fotos, noticias oficiales acerca del reparto…de todo, vamos. Desde luego, pinta de ser algo mejor que La leyenda del buscador, si que tiene un rato largo.

Tras dos temporadas, Penny y Leonard acaban saliendo. Big Bang Theory continúa, basando el 99% de sus chistes en el bueno de Sheldon…No son de los mejores capítulos, pero sigue siendo graciosa.

Como no se me ocurren más cosas acerca de series “importantes” que contar, me paso a noticias más cercanas. Al menos, para mis gustos. Además, no es plan de dejar a Hewl sin nada que contar por si sube entrada.



















Mirad también p´al de la izquierda porque ahora nos toca aguantar al de la derecha...

David Tennant abandona el Doctor Who. Y con una no-temporada que fue más pena que gloria, ya que hubo en todo el año tres especiales, bastante flojillos exceptuando Waters of Mars, mas dos del final, en los que despedirán definitivamente a este doctor y por lo menos, veremos otro final para The Master. Mira que me dio rabia verlo en un principio, tan jovencito y hablando tan rápido (la pesadilla para verlo sin subtítulos), pero después de cuatro temporadas se le coge un cariño grande.

¡Volvió Red Dwarf! Tal vez muchos os preguntéis quien es ese Enano Rojo y qué os importa, pero…Era LA serie de ciencia ficción británica por excelencia, después del Doctor Who, claro. Por desgracia, la miniserie que ofrecieron de vuelta fue la cosa más pagada de si misma y menos original que he visto en mucho tiempo.



Gran película, pardiez
Se muere Paul Naschy. Más conocido como el Lon Chaney carpetóvetónicos, inventor del hombre lobo Waldemar Daninsky, de Alaric de Marnac y de un montón de películas hechas con más ganas que medios. Gracias a él descubrí que La rebelión de las muertas es de las cosas más divertidas que se han hecho en España ¡Muérete de envidia, Pilar Miró!

Se estrena Being Human, una serie cuyo punto de partida suena a chiste (¡Hola, Jaina!) y que acerca una de las visiones más sorprendentes e inesperadas al mundo sobrenatural. No se libran vampiros, hombres lobo ni fantasmas. Y ahora ha optado por remake en Estados Unidos…

Vencen los derechos de las obras de Jane Austen, cosa que aprovecha un friki para versionar Orgullo y Prejuicio..con zombies. Creo que el chaval todavía está en busca y captura y Hewl le hace vudú regularmente, con escaso éxito.


...Y cuando me puse la camiseta, de golpe ¡tenía una vida!

Una camiseta con lobos desbanca a Chuck Norris en cuanto a frases y poderes estúpidos. Los geeks del mundo se esfuerzan en inventarle poderes increíbles a la dichosa prenda en vez de hacer algo productivo, como salir a la calle o buscarse una novia.



Anticristo: El equivalente de Lars von Trier a salir a la calle con una camiseta que ponga "Geeks del mundo, paródienme libremente y por su propia voluntad".

Lars von Trier dirige Antichrist
y se cubre de gloria, por no decir de otra cosa. Su jugada de "esta película surgió de una profunda depresión" no le funcionó nada bien, y lo único que recuerda el público de su ambiciosa obra es lo que le cuelga a Willem Dafoe..Y un zorro que le grita "¡Reina el Caos!

Creo que pasaron más cosas importantes...Algo oí de un presidente de Estados Unidos nuevo y nosequé de unos ninjas, pero..¡han sido 365 días! Es normal que me deje algo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Doctor Who: End of time (bocata de Spoilers)


¡David, no te vayas!

Viernes, 25 de diciembre de 2009. Mientras en España nos poníamos hasta las chanclas de turrón, desempaquetábamos cosas varias y veíamos las películas de la tarde (en un intento de evitar ese fregadero lleno hasta la bandera de platos y copas de esas que se rompen solo con mirarlas), en la Pérfida Albión sucedía algo mucho más importante: a eso de las seis o siete de la tarde, emitían el penúltimo especial en el que aparece David Tennant como el Doctor Who, primera parte de un desenlace que tendrá lugar el 1 de enero.

Y como no podía ser menos para el gran final de la no-temporada que hubo este año, la cosa prometía: ¡Reaparece The Master! ¡Y Donna! ¡Y su abuelo! ¡Y…bueno, no es plan de acabar ahora con toda la emoción del momento.



De momento, vemos al Doctor cerrando la cabina

Este último especial tenía a su cargo una labor un poco peliaguda, como es despedir a un Doctor que, debido a la temprana marcha de Christopher Eccleston, ha supuesto la reaparición de la serie de la BBC por excelencia ¿Lo ha cumplido? Eso no podremos decirlo hasta el dos de enero del año que viene..Pero de momento sí podemos comentar cómo ha ido esta primera parte.

Tras el dramático final de Waters of Mars, en el que anuncian al doctor su próxima muerte, este busca a los Ood, donde le informarán del regreso de un antiguo conocido para todos. En la tierra, Lucy Saxon, la mujer de Harold Saxon, asiste a la resurrección de The Master gracias a las guardas de su prisión…Y es que a mí no es que me quedó muy clara la cosa, ya que la escena en general, además de lo rara que resulta la prisión esa, la resurrección del maestro con superpoderes incluídos (uno de los cuales es comer como una lima), parece más encaminada a hacer reaparecer al Enemigo Final que a un guión mejor pensado…

Su vuelta a la tierra lo lleva a un encuentro con Wilfred, el abuelo de Donna…O más bien, este y un grupo de jubilados dan con él para su disgusto, ya que el doctor estaba bastante ocupado persiguiendo a The Master. La aparición de Wilfred es una de las más importantes, ya que dejan claro los dos aspectos más trágicos de la última temporada: no puede ni acercarse a Donna, ya que esta recordaría todo lo sucedido y literalmente, su cerebro no podría soportarlo. Y especialmente, el encontrarnos ante un doctor con miedo a su propia muerte, ya que, como le explica a Wilfred, puede que el Doctor siga viviendo, pero este doctor muere, para dar lugar a alguien completamente distinto…

The Master tampoco se encuentra en una situación mejor: la resurrección que tuvo lugar le ha dejado unos poderes bastante sorprendentes (entre los que se cuentan lanzar rayos y pegar botes. Heroes, muérete de envidia), pero está más loco que antes, si cabe. Y encima, el tema este de la resurrección le ha dejado un pelo blanqueado que me hizo pensar en Simon Pegg haciendo de Tim Bisley en Spaced. Además, poco dura su actuación por libre, ya que Joshua Naismith, un personaje importante de Londres, envía a sus hombres para capturarlo y que ponga a funcionar un aparato alienígena conocido como La puerta de la Inmortalidad, para ofrecer ese don a su hija.










Parecidos razonables...

Lo que no saben es que ese aparato está específicamente diseñado para curar planetas enteros, y que la entrada de The master a través de ese portal solo servirá para sanar a la humanidad a su particular manera…Es decir, convirtiendo a todos los seres humanos en copias exactas de The Master. Todos salvo Wilfred, que se encuentra a salvo en uno de los cuartos aislados, y Donna, que no puede recordar nada. La escena final, con Donna recordando todo su pasado mientras ve a su madre y a su prometido convertidos en copias exactas de The Master, se ve eclipsado por cientos de escenas en las que podemos ver al enemigo del Doctor en cualquier persona y lugar….ya fuera previamente hombre o mujer. Creo que el ver a John Simm con distintos vestidos y colores ha sido lo más perturbador que nos ha ofrecido la televisión en lo que va de año.

Y así termina la primera parte, con un Doctor enfrentándose sin más ayuda que la de Wilfred a un ejército de Masters con pinta de no estar del todo en sus cabales ¿Cómo será la gran final? Pues todavía nos quedan cinco días para poder saberlo..Y sea como sea, por favor, que en la próxima temporada tengamos a Wilfred Mott como acompañante del nuevo doctor. Este hombre se lo ha ganado.

Ah, y también nos dejan con un detalle interesante para la historia del doctor. Pero creo que ya ha habido bastantes spoilers por hoy...

sábado, 26 de diciembre de 2009

¡Feliz Postnavidad!

Este primer año fue Hewl el que se encargó de felicitar las navidades con su particular estilo. Pero seguramente en este momento esté intentando averiguar qué hacer con lo que le regalé, y sobre todo, saber cual es la puntuación mínima que su nigromante de nivel cinco debe sacar para vencer al Dragón de fuerza 52 y +10 al daño. Así que hoy me encargaré de hacer una entrada sobre la segunda mejor cosa de la navidad, que son todas esas cajas de colores brillantes y lazos variados.


¡Yay!
Seguramente os preguntaréis ¿un post acerca de lo que contenían las cajas de brillantes colores? ¿No es un poco infantil? Sí, pero , en parte es para presumir y en parte, porque ya estaba viendo yo demasiado texto con buenas intenciones y una preocupante falta de materialismo.
Por mi parte, no me puedo quejar, no, ya que a mí ese señor de rojo que viene antes de los reyes magos me ha traído un montón de libros, que son lo que más me gusta en el mundo, junto con la tarta de cerezas y la filosofía de Nietzsche.



Thomas Ligotti. La fábrica de pesadillas
. En general, el terror está bastante de capa caída en cuanto a narrativa se refiere. Puede que la vida le vaya muy bien en los comics, en las películas y alguna serie, pero parece que desde H. P. Lovecraft a la gente se le olvidó escribir como dios manda. Menos mal que ha aparecido el hombre este, que escribe relatos perturbadores como pocos. De él solo conocía La última fiesta de Harlequín, que era raro, raro, raro, y un poco más perturbador que pasa la nochebuena en un sótano de Amstetten. Que yo sepa, solo ha escrito relatos de momento (no estoy muy segura), y creo que el escritor sale tan poco que también le llega lo suyo de geek.



Esperemos que le pueda dar cien patadas al petardo de Edward Cullen


Lilith Saintcrow. Night shift. Jill Kismet caza demonios y es especialista en cosas oscuras. Que yo sepa, no es familia de Anita Blake ni de Buffy, pero este personaje ya tiene una saga de fantasía oscura que por lo visto, ha tenido muy buenas críticas en scifichick.com. Que sí, cuando ví esa dirección, me fui corriendo a ver si era una especie de cosmopolitan para geeks, pero no. Se trata de una página de reseñas de fantasía que lleva una chica. Así de sencillo.
El caso es que el nombre de la autora, seudónimo o lo que sea, era tan chocante, que es normal que acabara en mis manos. Es más, creo que si algún día escribo una historia con un personaje Mary Sue, le pondré ese nombre.



Paul Theroux. The elephanta suite. A Theroux lo conocía de hacer documentales de viajes en el Odisea (ese canal de la tele por cable que lo mismo te pone un documental de mujeres británicas que viven con travestis, que otro el de la vida del pingüino barbijo), y ahora se mete a escribir una historia en la que un grupo de gente se busca a sí misma en India. Que la verdad, poco me dice el tema. Yo es que soy más de encontrarme en un balneario, a ser posible con un martini en la mano.






Alessandro Baricco. Ocean Sea.
No es que se haya matado con el título, no. Creo que ha sido el libro más exitoso desde Fluvial River y Earthly Land. En este caso, un grupo de personajes, un profesor, un pintor, una seductora y una joven enferma (me apuesto cualquier cosa a que está tísica) que se encuentran al lado del mar y acaban solucionando sus problemas. No es por nada, pero me parece el típico libro que podrían mandar en la escuela de idiomas a los de 4º de Italiano.



G. W. Dalqhist. The glass books of dream eaters. Miss Temple, una joven de moral dudosa, Cardinal Chang, un asesino a sueldo y el Doctor Svenson (que creo que no tiene ninguna marca de champús a su nombre) son los protagonistas de una aventura victoriana, por lo que he visto, en el estilo de los clásicos populares de aquel entonces, ya fuera Conan Doyle o Haggard. Pero, pero, peroperoperoper...¿¡Habéis visto esa portada!? ¡Y uno de los personajes se llama Chang! ¡¡Y es un asesino a sueldo!! Sin duda, este libro está ofreciendo calidad sin límites. Y encima tiene el valor añadido de incluir estractos de material de estilo victoriano en su interior, como en los cómics de La liga de los caballeros extraordinarios. Si es que así no hay quien se resista.

No puedo quejarme este año, ya que tengo lectura para rato, y se debe principalmente a que he sido buena, y espero que al resto de blogueros les haya ido parecido. Ahora, a esperar a Reyes..

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Feliz Navidad!!

Tengo que hacer una confesión: me encanta la Navidad.
Si la Navidad tuviera página de Facebook, me haría fan pero ya.
Llevaba estos últimos días sin entrar de lleno en el espíritu navideño, principalmente porque todo el rollo de los centros comerciales atestados, ir esquivando a gente por la calle, y las mil vueltas que le tienes que dar a la cabeza para pensar en un buen regalo no me acaban de convencer.





Pero ahora ya está hecho. Los regalos están comprados, o cuanto menos, decididos, y hoy empiezo las vacaciones (bueno, semivacaciones, pero hay que contentarse). Llevo dos días comiendo turrón de chocolate, de marca indefinida, que son los que me gustan, porque llevan menos chocolate y son más crujienticos. Soy barateiro, que le vamos a hacer. Y ayer por la noche me encuentro al llegar a casa con dos cajas de mazapanes. Gloria en el cielo. Hosanna. Hosanna. Me encantan los mazapanes, soy capaz de comerme una caja de una sentada. Eso sí, tienen el problema de que a veces vienen medio resesillos, que yo creo que deben dejarlos de un año para otro, porque sino no es normal.

Y hoy, o mañana por la mañana, a mucho tardar, me voy al pueblo. Para quien no lo haya disfrutado nunca, os diré que estar en el pueblo en Navidad es una maravilla. No hay gente, no hay ruido, no hay luces. Y sin embargo, sales a las 9 de la noche afuera, y notas que es Navidad. Os parecerá una chorrada, pero el ambiente es distinto. Lo más probable es que me autosugestione, o algo así, pero oigan, yo lo disfruto un puñao.

Y como a estas alturas del año todo el mundo empieza a hacer sus propósitos de año nuevo, yo también voy a escribir mis propósitos, pero de estas Navidades. Son los siguientes:

1. Empacharme. Pero empacharme MUCHO. De estas veces que no te das ni levantado de la silla. Algo así:



2. Alcanzar el punto muerto en cuanto a bebida se refiere. Esto es, beber todo el vino, champán y crema de orujo que buenamente pueda, pero sin llegar a emborracharme ni que me siente mal al estómago.
Si acabo así, que alguién me pegue un tiro:



3. Que a la gente le gusten los regalos que les he comprado. O que lo finjan. El resultado para mi es más o menos el mismo. Con que pongan esta cara me conformo:



4. Que a mi me gusten mis regalos. O por lo menos que no me quede con cara de "qué coño es esto?". A continuación, uno de mis regalos de Navidad, que demuestra definitivamente que Renaissance es más friki que la princesa Leia jugando a Dragones y Mazmorras. Que conste que me ha gustado mucho el regalo, eh, que no se diga que no soy agradecido.



5. Que no hay ni broncas ni malos rollos navideños. O al menos, no más de los habituales.



Y hecha mi confesión y mis propósitos navideños, solo me queda una cosas por decir:



FELIZ NAVIDAD!!!



domingo, 20 de diciembre de 2009

Tele del sábado noche o qué hacer una tarde de frío


Hoy me he pasado la tarde viendo la tele. Este pasatiempo ya había quedado completamente descartado desde que el bittorrent entró en mi vida, pero en este momento la tele por cable (o más bien, el poder ver la tele sin interferencias y con una calidad mínima) es una novedad que decidí aprovechar. Además, tampoco es que se puedan hacer muchas cosas en medio de una ola de frío ártico...
El caso es que una tarde de modorra y peleas con el gato por la parte más cómoda del sofá me llevaron desde un documentales chorras acerca del travestismo en Inglaterra al canal Cuatro, donde quedé definitivamente apoltronada viendo Buscando a Nemo. Y es que no hay nada para entretenerse como un montón de atontadas gaviotas sin más interés que comerse todo lo que tenga patas o lo que se mueva, y una pez tontaina con la canción más pegadiza de este siglo.



Sigue nadando, sigue nadando...


Sí, también tengo un canal temático que emite cine cultural, subtitulado y profundo, el 99% del cual está hecho en Francia y un 1% en algún país minoritario, pero...¿tiene alguna de las películas de Bergman animales parlantes? ¿eh? ¿eh? ¿Eh?

Buscando a Nemo terminó dando paso a la que quizá sea la Película Más Absurda jamás emitida, con permiso de aquella de la Serpiente Dragón que Trepaba por Un Edificio . Se trata de Dead or Alive, la enternecedora historia de tres mujeres que se van a una isla a pelearse en ropa interior con un montón de secundarios disfrazados ¿Por qué? Vaya usted a saber.
Seguramente nadie conozca semejante engendro, de hecho, no me sonaba hasta que no ví esta célebre escena, que seguramente haya recibido ya todo quisque vía correo FWD:



Entre el resto de personajes, tenemos a una princesa ninja a la que persigue una soldado, también ninja, con una horrenda peluca violeta, una rubia con músculo (sus fanes tendrán, oyes) y Eric Roberts, el hermano feo de Julia Roberts, con un montón de laca encima de una peluca y demostrando que este hombre no ha debido hacer una buena película en su vida. Si exceptuamos esta y quizá, su aparición como The Master en la película americana del Doctor Who.



Como puede verse, no hace falta ser un genio para saber a quien estaba destinado el producto: varones de 18 a 30 años, solteros. Y muy probablemente, gordos con gafas y aficionados a escribir hechos sobre Chuck Norris y atribuir propiedades místicas a una camiseta con lobos dibujados.

Hoy ha sido un día muy extraño. Podría haber empezado Bored to Death. Podría haber visto la tercera temporada de Black Adder. Podría haber visto la miniserie de Alice. Y sin embargo, acabé en la madrugada del domingo viendo una película cuyo mayor interés era ver cómo Eric Roberts casi vencía a las mejores luchadoras del mundo gracias a unas gafas de sol en las que se había descargado los movimientos de estas. Obviamente, la culpa ha sido de buscando a Nemo ¿A quien se le ocurre poner una película de animación buena por la noche cuando todo el mundo sabe que tendrían que estar emitiendo telefilmes?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Las Seductoras Voces Que Me Dicen Lo Que Tengo Que Hacer opinan que el mundo está loco, y yo estoy de acuerdo

Ayer me di cuenta de una extraña circunstancia.
Iba caminando por la calle, hacia la consulta de mi psiquiatra, escuchando Las Seductoras Voces Que Me Dicen Lo Que Tengo Que Hacer, cuando me di cuenta de que algo extraño pasaba a mi alrededor.


Había bolitas rojas por todas partes, y papelitos plateados de los que son tan difíciles de limpiar y luces brillantes, brillantes, brillantes, brillantes, brill…
Cuando me desperté todo era muy confuso. Las bolitas, los papelitos y las luces seguían allí, pero me dolía la lengua, tenía la barbilla cubierta de espuma y había una extraña humedad en mis pantalones. Sospecho que algo tuvieron que ver los extraterrestres con todo eso, y mi psiquiatra estuvo de acuerdo cuando se lo comenté. Es un magnífico profesional.

Sin embargo, también en el psiquiatra noté algo extraño. Suele ser un hombre muy conservador. Me resulta difícil imaginármelo sin su traje de pana, su pajarita de lunares y sus chancletas con calcetines blancos. Es todo un gentleman.
Y ayer, sin venir a cuento, llevaba un absurdo sombrero rojo con una borla blanca. Era absolutamente ridículo!! Y oye, que yo no tengo nada en contra de las modas. Cuando en El Centro todo el mundo llevaba el papel de aluminio en la cabeza, ahí estaba yo, al pie del cañón. No le hacía ningún favor a mi tono de piel, pero quería ser popular. Y vaya si lo conseguí. Cuando al final me gradué todos mis compañeros empezaron a farfullar y darse cabezazos contra la pared. Fue muy emotivo.

Y no solo era el sombrero. Había un pino en su despacho!! Un pino!!! Quien demonios tiene un pino en una habitación?? En el jardín vale, lo entiendo. Pero en un despacho? Y no era un pino normal, no. Estaba decorado con toda suerte de chorraditas y patochadas. Que si una estrella, que si un muñeco de nieve, que si una manzanita. Sinceramente, empiezo a dudar de la salud mental de ese hombre. Quizás haya llegado el momento de dejar la terapia. Al fin y al cabo, Las Seductoras Voces Que Me Dicen Lo Que Tengo Que Hacer no paran de repetirme lo mismo. Y digo yo, ellas de esto algo tienen que saber.

Pero aquí no acabó todo. Después de la consulta, me acerqué hasta la farmacia del centro comercial, a comprar las vitaminas que me había recetado el médico. Por cierto, no acabo de entender porque en la farmacia guardan las vitaminas bajo llave. Los farmaceuticos son personas extrañas. Siempre nerviosos, y asustados. Cualquiera diría que me tienen miedo.

Y no os lo creeréis, pero el centro comercial estaba atestado. Me dio la impresión de que un delirio consumista se había apoderado de la gente. Todo eran bolsas, bolsas, y más bolsas. Todavía estoy barajando varias teorías, pero creo que estaban hipnotizados. Todo apunta hacia ahí. Las luces, los colores… La música!! Ese tiene que ser el factor principal. No me había dado cuenta de cuanto daño ha hecho Operación Triunfo a nuestra cultura hasta ayer. Todo eran canciones sobre nieve, y pastores, y cosas sin ningún sentido. Nunca pensé que echaría de menos el reggaeton.

Como veis, fue un día muy extraño. Gracias a Dios, al final llegué a casa, donde todo es normal y pude dedicarme a lo que verdaderamente me apasiona. Organizar los cajones, espiar a la gente desde la ventana y llorar. No hay nada mejor para pasar una fría tarde de Diciembre.

Por suerte, pronto será Navidad, y la gente volverá a comportarse normalmente. A veces me siento como si fuera la única persona cuerda de este mundo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Gaticos e informáticos



Para quien no lo sepa, los gatos son esos animales peludos a los que les pagamos los gastos de la casa.
Sus actividades habituales son dormir, comer, rasgar cortinas, dormir, hacer la croqueta, seguir durmiendo cosas y emitir un ruido extraño similar al de un motorcito que tiene poderes hipnóticos y hace que los siervos del gato caigan en trance mientras hacen “Aaaaw..”



¿Y tú como le echas una bronca a esto?

Como aparte de exigir una completa devoción, los gatos no dan mucho trabajo, estos animales han sido desde siempre el mejor amigo de los informáticos, los geeks, y en general, de cualquier otra persona que por motivos similares, no esté muy allá en eso del contacto con otros seres humanos.
Estos mostraron su agradecimiento como buenamente sabían: poniéndoles cosas encima de los gatos y haciéndoles fotos. Animalicos (ambos).



El mío hace lo mismo

Posteriormente apareció youtube y los gatos se convirtieron en estrellas mediáticas. Hasta tienen su propia línea de transportes.



Después vino uno que se dio cuenta que su gato era laaaargo...



En resumen, los gatos, además de hacernos dedicar muchísimas horas a alimentarlos, recoger sus estropicios, cambiar sus cajas de arena y acariciarlos a las horas que ellos establezcan, han proporcionado muchas horas de entretenimiento. O de trances hipnóticos:



El Barrilete no se hace responsable del número de veces que se vea este vídeo.


sábado, 5 de diciembre de 2009

Premio Escritos de Oro (no, aquí no está escribiendo ningún cincuentón)



Cuando empezamos el Barrilete, nunca creímos que fuera a obtener más atención que algún que otro comentario…diantre, es que ni contábamos con que nadie fuera a leernos. Y mucho menos, con que nos otorgaran premios. Esta vez, Simone B. nos concede uno muy cuco en el que las reglas son las siguientes:

1. Nombrar a quien nos lo otorgó. Nombrada queda, Simone B., autora de un blog que me sorprendió desde el principio por su título y en el que puedo encontrar desde crítica social, literatura o historias diversas desde un punto de vista muy perspicaz.

2. Citar siete rarezas de uno.

3. Elegir a otras personas que merezcan el premio.

Vamos, que a buena puerta ha venido a tocar un premio que consiste en enumerar siete rarezas..¡Setenta necesitaríamos!

1. Tengo muy buena mem…¿qué estaba diciendo? Aunque parezca lo contrario, tengo una memoria a largo plazo bastante notable, al menos, para las tonterías que me interesan: soy capaz de nombrar un programa que emitían en la tele autonómica en el año 87, o incluso explicar cómo estaba distribuído un piso en el que estuve cuando tenía cuatro años (soy un valor seguro en veladas sociales y especiales de Cuarto Milenio, oiga). Por desgracia, esto se compensa con una memoria reciente que solo podría definirse como “despiste permanente”: me olvido el pendrive, me dejo la cacerola con agua al fuego hasta que esta se evapora y el metal se pone blanca…Es un milagro que haya alcanzado tan avanzada edad.

2. Frikerío, cutrerío…llámelo como quiera. Siempre me gustó el género fantástico en cualquiera de sus variantes, pero algo por lo que tuve debilidad desde el principio fue por las películas que después reivindicaría Tarantino en Grindhouse. Pero con un orden, oiga, que las mejores son las exploitation italianas, ya sean de postapocalipsis o de zombies. Es más, tuve una temporada en la que prácticamente me pasaba los fines de semana viendo cosas de este estilo: Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, Nueva York bajo el terror de los zombies (estas son de Fulci), El ataque de los muertos sin ojos, 1999 tras la caída de Nueva York, Año 225 después del holocausto…¿Por qué? Pues porque eran divertidísimas, así de claro.



Estas las tragaba a puñados...

3. Los cacharritos me pierden. Debe de ser algún recuerdo de la infancia, en la que la idea de una maquinita del tamaño de una mano que reprodujera imágenes en color era cosa de ciencia ficción, pero me quedo pasmada delante de los escaparates cuando veo algún reproductor de mp4 nuevo. Y cuantos más gigas tengan, mejor. Lo que tiene su gracia viniendo de alguien que escucha tres o cuatro veces el mismo disco.



Vale...¿y?

4. No me gustan los videojuegos. A la gente le suele chocar porque me encasillan en la categoría de freaky, pero no les veo ningún interés. En su día eché partidas a la game boy como todo hijo de vecino, pero después cualquier foco de atención que pudieran tener las máquinas dejó de atraerme. Da igual que me hablen de gráficos, de que puedo matar zombies o lo original que sea el Final Fantasy, porque prefiero estar leyendo o viendo una película.

5. El tarro de los libros. Todos los que nos gusta leer tenemos una pila con libros pendientes. Yo tengo un tarro de hojalata. Hace algunos años, trajeron a casa un panettone que venía en una caja de hojalata redonda, muy cuca, y que acabé utilizando para guardar los libros que tengo por leer (ventajas de comprar ediciones de bolsillo). Si son más grandes que la lata, los pongo arriba o abajo. Pero aseguro que esto de irse a una caja de hojalata a sacar la próxima lectura, en plan sírvase usted mismo, es bastante práctico.

6. Tengo bastantes manías, algunas que ya rayan lo supersticioso, como irme a los exámenes con una camiseta, bolígrafo o lo que sea que llevara habiendo aprobado el anterior. Es más, creo que mi camiseta de El ataque de la sardina de Cincuenta pies ha debido hacer ya suficientes exámenes como para obtener un doctorado.

7. Tengo bastante facilidad para ponerle motes a la gente, algo muy útil cuando se trata de quienes no se tiene mucho trato o no se quiere que se sepa de quien hablan. De esta forma, acabé estudiando con El hombre feliz, la Testosterona o el Lobishome, por citar algunos. Y que conste que a Hewl también le llega con esto de rebautizar al personal, que no soy yo sola, no..

3. Le toca airear sus rarezas a los siguientes afortunados:

AlX de Day Zero, una de las primeras personas que comenzó a visitar nuestro blog.
Crítico en serie de..su blog homónimo.
Van Hessa de Querido bloc Lo de los minutos musicales me pierde.
Jaina de Series a la parrilla.
Mlo de Yo no me aburro, gracias a quien pudimos confirmar que el cantante de Spandau Ballet se ha puesto feo, feo.
Alex de Basura and Tv, que está rastreando los orígenes más prehistóricos del doctor Who (un día tendremos que dejarle un laboratorio para que haga el carbono 14)

martes, 1 de diciembre de 2009

Obituario: Paul Naschy


Descanse en paz

Hace menos de una hora pude enterarme de la muerte de Paul Naschy, uno de los actores más conocidos en esa cosa tan poco conocida dentro de España como era el cine de terror patrio en los setenta.
Para más señas, Paul Naschy era algo así como el Lon Chaney Jr carpetovetónico,ya que él solito acabó pasando por todos los iconos clásicos del terror: fue el hombre lobo Waldemar Daninsky en Las noches del hombre lobo y muchas más, Drácula en el gran amor del Conde Drácula, la momia e incluso Gilles de Rais en El mariscal del infierno. Su figura, bastante fornida debido a su afición por las pesas, resultaba inconfundible e incluso chocante en determinados papeles.



Fue, junto con Amando de Ossorio, Jorge Grau y el más famoso Ibañez Serrador, el respondable de un cine de terror patrio, que en ocasiones resultaba efectivo, en otras torpón, pero siempre realizado con ganas de poder ofrecer algo distinto a las rancias películas que recordamos de la época gracias a Cine de Barrio.

Qué mejor forma de terminar que con los créditos finales de una de sus películas más surrealistas, La rebelión de las muertas. Actores de la época, argumento pulp y descacharrante música de jazz ¿quien necesita más?

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