Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

viernes, 30 de julio de 2010

¿Antena 3 se pone las pilas?

En una sola foto, los cuatro jinetes del Apocalipsis

Antes del apagón analógico, las cadenas prometían la TDT como una jauja llena de grandes programaciones, subtítulos opcionales, buena televisión, variedad y nosecuantas cosas más...Promesa que se convirtió en lo que todos conocemos: Telecinco se desdobla con La siete, en la que emite repeticiones de Realities y Sálvame, buque insignia de la cadena. Tenemos Factoría de Ficción emitiendo series de acción alemanas y hasta no hace mucho, Médico de Familia (prohibido después por la convención de Ginebra). Tenemos los dos canales de Antena tres, en los que emiten series mil veces vistas, y alguna comprada pero que no compensaba echar en el horario de Donde estás corazón. Y, por supuesto, tenemos los canales de televenta e Intereconomía, posiblemente, el canal más divertido de la historia.



¡¡AAAAAHGG!!

Con este panorama, es muy normal que cada uno haga con su tele lo que le de la gana y la mayoría de las veces, acabe sirviendo para enchufar el dvd y ver las series que se bajan cada semana. Pero..desde hace algún tiempo, he notado algún cambio en determinadas cadenas, o más bien en las del grupo Antena 3, que emite Nova y Neox. En el primer caso, no es que hayan evolucionado más allá de las telenovelas de rancheros y los realities en los que limpian la casa. En cambio, en Neox, de las repeticiones de Fisica o Química, Aqui no hay quien viva, Los simpson (¿pero a estas alturas hay alguien que pueda ver un capítulo repetido sin convulsionar?), y las que más me temía, El principe de Bel Air, han ido emitiendo cosas más recientes como Padre Made In Usa (que también empieza a repetirse más que el ajo), Big Bang Theory, y ultimamente, Glee. El que no les hayan llamado "Cosas de padres", "Cosas de Frikis" y "Cosas de musical", ya es un avance que no me esperaba, incluyendo también el anuncio de Warehouse 13.


Tecleo "Antena 3 Nitro" y me sale esto ¿Me empiezo a preocupar ya?

Para mayor sorpresa, el grupo de Antena 3 anuncia la emisión a partir del dos de agosto de un nuevo canal, en este caso de acción y tiros variados, animados por el éxito de las otras. Parece difícil que se acabe convirtiendo en una cadena de programas de cotilleo, por el tipo de contenidos, y sobre todo, por ir orientada al público masculino (obviamente, las mujeres solo ven Patito Feo o Sexo en Nueva York. Por eso formo parte de la Resistencia y escribo desde un sótano).

La cosa pinta bien, con muchas series, muchos tiros y mucha variedad, pero..¿Funcionará? Porque no sé el resto, pero yo me he acostumbrado tanto a ver la tele de una forma distinta: me bajo las series que me da la gana, las veo cuando me da la gana o las cancelo cuando me da la gana. Es muy raro que alcance a ver un capítulo de nada en la tele y es muy probable que si quisiera ver Warehouse 13, acabara tirando de descarga en vez de esperar a su hora de emisión. Por otro lado, una cadena de televisión no da puntada sin hilo, y si van a sacar un canal tan específico, será porque el tema está dando dinero.

Siempre se agradece encontrar noticias de televisión como estas. Ahora, el verla o no, será decidido por mi disco duro y mi dvd.

lunes, 26 de julio de 2010

Gene Hunt se vuelve nazi (Y otros papeles de Philip Glenister)



Un Philip Glenister más joven. Se me parece a Daniel Craig, pero en feo y con carácter


Todos conocemos a Philip Glenister por su memorable papel como DCI "gov" Gene Hunt, un personaje políticamente incorrecto que hizo su primera aparición en Life on Mars, como contrapunto del protagonista (un desconcertado John Simm que despierta en los setenta) y un par de años después, como amo absoluto de Ashes to Ashes... Su actitud chulesca, energúmena, desprejuiciada, junto con ese inconfundible acento de Manchester estarán por mucho tiempo unidas a cualquier aparición de Philip Glenister, del que me da la impresión que las va a pasar canutas para no acabar siendo "Gene Hunt" de por vida.



Por si hay algún despistado. Gene Hunt: Este. El de la derecha

Sin embargo, antes y después del personaje que le dio fama, había trabajado en todas partes, desde dramas de época hasta policiacos, tanto en series como en películas. Sin meterme en sus primeros papeles (que tampoco estoy para ver dramas de época), estos son otros papeles en los que fue divertido encontrar al Señor Glenister. Hay un poco de todo: desde actuaciones anteriores a Life on Mars hasta personajes que buscan abiertamente captar al público recordando a Gene Hunt.



Este es un pie de página interactivo. Inserte aquí su chiste

Island at War (2004). Antes del 2006, era una miniserie acerca de la ocupación alemana en una isla del canal de la Mancha (que, así, sin saber mucho de historia, debió de ser un poco "tú no me tocas las narices y yo tampoco te molesto mucho"). Unos años después, un montón de gente empezó a verla porque "Salía Gene Hunt haciendo de nazi". Así, con todas las letras. Y es que poco más hay que contar de esta miniserie, bien realizada, por otra parte, pero que no pasa de ser un guión en el que se cuenta la historia de dicha ocupación, y que me recordó mucho a las películas antiguas en las que los actores haciendo de oficiales alemanes tenían una pinta de ingleses que tiraba para atrás.



Por fin entiendo el significado de la frase "abre la boca y sube el pan"

Sin duda, el momento más divertido fue uno de los primeros diálogos de Philip Glenister, que, enfundado en un uniforme de la Wermacth, se arranca a hablar con esa forma tan particular suya.



Crecí en los ochenta y sobreviví

Tuesday (2008)
. Un poco antes de comenzar Ashes to Ashes, una película independiente y de bajo presupuesto, presentaba por última vez a Philip Glenister y John Simm juntos y en el pasado. A diferencia de Life on Mars, ambos eran parte de una banda de ladrones que, circa 1985, intentan dar un último golpe antes de que la seguridad informática y las nuevas cámaras de vigilancia acaben con el noble arte de atracar bancos. La película es muy corta (no más de 75 minutos), y es bastante entretenida: se trata de una historia de atracos a bancos e historias cruzadas, especialmente para quien quiera ver una película con los dos actores de moda (en Inglaterra) en ese momento y ambientada en los lejanos ochenta...Porque, por desgracia, no es la mejor de su género: en mi opinión, los cambios de perspectiva y repetición de la situación son demasiado confusos, y no aportan mucho.



Philip Glenister con gabardina, un imberbe y un tío con la nariz postiza. Y después me dicen que yo soy friki


Demons (2009). Entre temporada y temporada de Ashes to Ashes, una cadena británica decidió hacer una versión actualizada (es decir, para el público juvenil. Argh) sobre los cazavampiros, tomando como punto de partida a Van Helsing, Mina Harker, y todos esos personajes cuyo copyright ha vencido ya. El punto de partida recuerda un poquillo a Buffy, con ese chavalín que descubre descender de un cazavampiros y ese mentor que aparece por ahí a protegerlo/aleccionarlo, y la intención de la cadena era intentar competir con la BBC y su imbatible Doctor Who. No hace falta ser un genio para saber quien salió perdiendo...y es que este Demons no fue precisamente lo mejor de la carrera de Philip Glenister: una serie juvenil, muy flojita, en la que la mayor crítica fue esa especie de acento americano/neutro que intenta mantener durante seis episodios. Dicen que una de las posibilidades que se barajó fue tirar del estilo "Gene Hunt" para el personaje de Rupert Galvin (Philip Glenister), pero fue desechada por algún u otro motivo. El resultado fue una serie bastante flojita, que cuando fue emitida en el canal Animax de la tele por cable, pasé de ella completamente por parecerme cutre. Igual ahora le doy otra oportunidad, pero no más de un capítulo.

Como solo pretendía hacer una lista de los papeles que me habían hecho gracia, o los que había visto, me dejo fuera Return to Cranford o The boleyn girl. Y, aunque ya no aparezca interpretado por Philip Glenister, el personaje de Gene Hunt alcanzó la fama suficiente como para tener su espacio de parodias en el programa inglés The Impression Show, haciendo varios sketches en los que el gov se enfrenta a los personajes de Jane Austen, Robin Hood, Agatha Christie, y una genial parodia de Midsomer Murders:

viernes, 23 de julio de 2010

Recuperando La Pila (de libros)



A ver quien es el chulo que se pone a revolver en el cajón de esos libros

Puede que hace unos días estuviera toda feliciana releyendo lo que tenía por casa, y todavía sigo (de momento Elric aguanta como un campeón una segunda vuelta y La torre evanescente es tan divertida como recordaba). Pero los libros son un vicio muy malo, casi tanto como el tabaco, el botellón o mezclar droja con el colacao...y todavía peor para el bolsillo y las estanterías. Pero un vicio es un vicio, y una visita a una librería, tanto normal como de segunda mano (estas son las peores), da para mucho.



Barrilete políglota: portada en protugués en el original

José Saramago. Ensayo sobre la ceguera. Saramago se ha muerto, larga vida a Saramago..digo...ahora es un buen momento para leer algo de este señor y no quedarme como Sofía Mazagatos, que seguramente lo sigue desde hace mucho pero no ha leído nada de él. Este señor se caracteriza, además de por ser portugués y haber estado viviendo en Canarias, por plantear historias con un punto de partida imposible (la humanidad se vuelve ciega, la península Ibérica se separa de Europa, España gana el Mundial de fútbol) para desarrollar personajes y reflexionar sobre el equivalente real de lo que describe. Hace muy poco se estrenó una película basada en Ensayo sobre la ceguera, que no tenía mucho sentido porque, si el libro es más sobre las reflexiones del personaje, si el director quería hacer una película apocalíptica era mejor irse a El día de los trífidos, que es algo así como la Versión Anterior y Divertida de Ensayo sobre la ceguera.



David Whitley. The midnight charter. Una novela infantil/juvenil muy reciente, a la que las críticas la comparan con Materia oscura. Va de una ciudad en la que todo se vende y se compra (algo así como cualquier edificio de Bolsa, pero sin ejecutivos hipertensos gritando como en un mercado), incluído niños, y como los dos protagonistas deben cambiar el destino de la ciudad y sus habitantes. El autor nació en 1984 y estudió en Oxford, lo que preocupa un poco, primero, porque es todavía un crío para escribir nada (solo hace falta acordarse del chavalín aquel de 19 años y su Eragon), y segundo, porque estudió en Oxfor. Segurísimo que es un pijo redomado. Se lo perdonaré si me gusta el libro.



Como siempre, los ingleses haciendo mejores portadas que nadie. Pero falta el dodo.

Jasper Fforde. The well of lost plots. Leí El caso Jane Eyre y me gustó el estilo de Fforde, y es que ese mundo de fanáticos de la literatura, corporaciones malvadas y asociaciones de vendedores de tostadas es impagable. Continuando con el argumento de los libros anteriores, la protagonista está escondida en una novela malucha mientras trabaja en Jurisficción, ocupándose de cosas como la terapia de control de la ira a la que acuden los personajes de Cumbres Borrascosas. Y es que Jasper Fforde se ha atrevido a decir lo que todos pensamos en algún momento: ¿son los personajes de Bronte ejemplos de las pasiones humanas, o una pandilla de neuróticos?



Todos a una: "¿¡Ein!?"


Jean de Kerlecq. Urfa, L´homme des profondeurs. Sinceramente, no tengo ni idea de lo que me he comprado. Lo encontré en una tienda de segunda mano, y tanto la pinta de antiguo del librito, como el título, como su precio, llamaron mi atención. Es una novela de los años treinta y tanto el nombre como la portada eran bastante sugestivas, y empecé a preguntarme: ¿se trataba de una oscura obra lovecraftiano-afrancesada? ¿Una muestra del género fantástico europeo? ¿Alguien sabía cuantos eran cuatrocientos dracmas? Una busqueda por San Internet me despejó las dud...no, bueno, tampoco es que me arreglara gran cosa. Lo único que pude saber era que Jean de Kerlecq era el seudónimo de Robert-Frédéric-Louis Chantepie, que había escrito en el Petit Journal, que sus novelas estaban entre 1909 y 1948, que la colección esta de Larousse estaba orientada al público juvenil y que la novela esta trataba de "Urfa, mitad hombre, mitad pez, que vivía en un mundo subterráneo". Gracias, Internet, a veces ayudas que es un gusto.

Y eso es lo que han dado las compras de la semana. En breve, una entrada sobre los libros que han abandonado La Pila.

sábado, 17 de julio de 2010

IT Crowd y su cuarta temporada


Encuentre la referencia al genio del comic que aparece en esta foto y gane un pirulador de fluflos


Los informáticos es una de mis comedias británicas favoritas y por suerte, una de las más duraderas: Spaced se jubiló con dos fabulosas temporadas, Black Books con tres...Menos Allo Allo y sus nueve temporadas, pero esta última siempre fue una serie un poco rarita (probad a verla en versión original).
IT Crowd parece haber tenido la suerte de ser un argumento lo suficientemente centrado en un solo espacio como para que las temporadas puedan prolongarse más tiempo. Este año ha conseguido superar la barrera ficticia de las tres temporadas, para ofrecer una cuarta. Lo que es un logro, porque Graham Linehan parece acordarse de rodarlas cuando le da el aire, porque esos espacios de dos y tres años entre cada entrega no son normales.
A menudo han comparado IT Crowd con Big Bant Theory, por estar protagonizada por geeks, y no podía ser menos acertado: donde TBBT enseña cómo un grupo de frikis al uso (videojuegos, ciencia ficción y asistencias a la ComicCon) intentando lidiar con un mundo de gente normal, IT Crowd es puro surrealismo: Roy es un pasota aficionado a los comics y Moss, un nerd, pero poca diferencia existe entre ellos y el enloquecido mundo de Industrias Reinholm, con su jefe gritón y mujeriego(fabuloso Matt Berry) , y Jen, la jefa de IT, intentando encajar en un ambiente de ejecutivos agresivos que muy a menudo raya en lo surrealista. En este sentido, IT Crowd es mucho más parecida a Black Books...precisamente porque ambas son obra del mismo irlandés. El episodio del musical gay y Roy haciéndose pasar por paralítico lo demuestran.




Mítico "I´m disabled"

Aunque la serie tiene bastante componente surrealista, los chistes de carácter geek no podían faltar, especialmente en su vertiente informática: a estas alturas, es famosa la frase "Hola, IT, ¿ha intentado apagarlo y encenderlo?", la caja que contiene internet y, en la tercera temporada, un fabuloso capítulo dedicado a Friendface, el trasunto de Facebook, después del cual, ya no hay película de The social network que merezca la pena.



A dos capítulos de terminar esta cuarta temporada, el resultado sigue siendo igual de bueno, con una partida de Dungeons and Dragons dirigida por Moss en el primer capítulo, y el Club secreto de Cifras y Letras del segundo. El tercero, en cambio, supuso un bajón en el nivel general de la serie, con una trama bastante dispersa y del que solo se salvaban los chistes de la Espaciología. Un mal día lo tiene cualquiera y el siguiente capìtulo salvaba bastante bien el bache, pero en sitios como Den of geek casi hay un hara kiri colectivo.
En un par de semanas IT Crowd vuelve a terminarse...y espero que sea por menos tiempo que las últimas veces, porque, a este paso, preveo que la sexta temporada no llegaría hasta el 2020.



Fan de IT Crowd, circa 2050

jueves, 15 de julio de 2010

Releyendo, releyendo..acabé encontrando un montón de libros en la estantería


El gatico ya se ha leído ese unas cuatro veces.


Aunque el fin de la pila que había anunciado hace algunas entradas era una falsa alarma (ha debido de hacer algún tipo de mitosis porque cuando me di cuenta, ya había cinco o seis libros más ahí delante), esta temporada me dediqué a leer de nuevo algunos libros, bien por haberme gustado o por haber corrido demasiado para terminarlos y no enterame de mucho. Algunos de ellos también los mencioné en una entrada sobre posibles relecturas y otros, se me fueron ocurriendo sobre la marcha.

Phillip Pullman. Materia oscura. A este paso, va a convertirse en la estrella de Barrilete por la cantidad de veces que lo he mencionado. La primera lectura fue un poco apresurada e incluso el último libro se quedó colgado, cosa que solucioné en la segunda vuelta. Y fue una suerte, porque en ese último volumen fue cuando pude comprobar la cantidad de mala baba que el sr Pullman emite a todo lo que huela a religión institucionalizada.

John Wyndham. El día de los trífidos.
Un trífido, además de ser una planta particularmente hortera, es algo que no puede faltar en la biblioteca de alguien aficionado al género fantástico. La última miniserie de la BBC me hizo volver a mirarlo de reojo en la estantería, y un poco después, estaba leyéndolo. Es muy corto, y el parecido con esa miniserie no es el más grande que podía haber...Claro que a día de hoy era de esperar que tuvieran que actualizar un poco algunas cosas. A modo de spoiler, diré que en la novela, la idea de Torrence era desarrollar un sistema feudal y que todo quisque comiera puré de trífido.

Michael Moorcock. Elric de Melniboné. Algo pasa con Elric. Me leí sus ocho novelas y me encantaron, se las dejé a Hewl y se acordó de mis ascendientes hasta tercer grado. A muchos le sonará Elric y Stormbringer por el juego de rol que se publicó en los ochenta, y a algunos, por el personaje creado por Michael Moorcock en plenos años sesenta modernos y plagados de LSD (la referencia al LSD no es un chiste, por desgracia). Este entorno social se nota mucho en las historias del personaje, porque Elric nace sobre todo como un antihéroe frente a los que existían hasta la fecha (principalmente, el modelo de Conan y el Señor de los Anillos), y especialmente, huir de la fantasía tradicional mediante un mundo compuesto de distintos planos y encarnaciones de un mismo héroe. Bueno, entre otras cosas, esto servía para ahorrarle al autor un montón de trabajo en cuanto a coherencia, pero queda mejor la primera explicación. Aunque uno de mis favoritos, las novelas de Elric son muy irregulares: frente a una fantástica Portadora de Tormentas, que cierra la saga, hay situaciones tan absurdas como las que aparecen en el primer volumen, que a veces hacen pensar en qué se había tomado el autor, y otras veces, que Elric, más que un antihéroe, era tonto.

Por el momento, a estos libros me he estado dedicando. Seguramente empiece alguno de los nuevos en breve, porque si no, al paso que voy, me veo releyendo las novelas de Fu Manchú.

jueves, 8 de julio de 2010

Series que me aburrieron



Al gatico tampoco le gustan estos dibujos

Hubo un tiempo (y van…la de veces que habré escrito esta frase), especialmente antes de la aparición de las cadenas privadas, o de las temáticas infantiles, en las que los dibujos animados eran un espacio que se emitía puntualmente y ¡oh, sorpresa! A horas en las que los críos podrían verlos. Era una época en la que no quedaba más remedio que ver lo que echaban por la tele, y si te gustaba bien, y si no, ajo y agua.
Yo era del primer grupo, especialmente en mis primeros años en los que eso de la lectura no lo tenía allá muy controlado y me resultaba más cómodo el ver a los monigotes moviéndose en una pantalla. Y delante de mis retinas pasó de todo: desde Dragones y Mazmorras, la genial Telechat o las animaciones experimentales del Este de Europa, hasta los dibujos hechos específicamente para vender juguetes, tipo He-man, COPS, GI Joe (quien iba a pensar que veinte años después estaría Christopher Eccleston haciendo de Dextro)…o lo que es lo mismo, la mayoría de dibujos hechos a mediados y principios de los ochenta y noventa.

Como dicen los ingleses, Beggars can´t be choosers, y poco importaba que me estuviera poniendo mala con las mil y un judiadas que le hacían a Candy Candy, o a Calimero, o que Pedro Picapiedra fuera un gilipollas de tomo y lomo: no había más dibujos, y como estuviera lloviendo, era eso, o echar la siesta como los mayores.

Sin embargo, llegaron unas series que traspasaron esa frontera de verlas por aburrimiento para pasar al terreno de “a mí esta bosta no me va a hacer perder el tiempo”, que consiguieron que los dibujos dejaran de parecerme algo obligatoriamente interesante para empezar a moverme a otras formas de ocio no tan nocivas para el cerebro, como la lectura, ver series inglesas o escribir un blog.



Dicen que si cantas la canción frente a un espejo a media noche, se aparece Pincho y te deja como un acerico

Los fruitis. Todo el mundo los conoce: la Serie Innombrable de la Innombrable D´Ocón Films, que abriría las puertas de todo un catálogo del horror animado como fueron Delfi, Basket Fever o Sylvan.
Las series de esta compañía se caracterizaron siempre por la apariencia un tanto plasticosa de los colores, bastante chillones ellos, los mismos fondos fijos, y sobre todo, esa atroz animación con aspecto de recortables. Los Fruitis fueron su mayor exponente, no solo por los defectos de realización (eh, que los checoslovacos con un chicle y una patata te hacen un corto de Jan Svankmajer) sino por lo aburrido de sus argumentos: un grupo de frutas viven felices en una isla, conocen a una niña, viajan por el mundo y hay dos jabalíes (hm…¿serían parientes del Xabarín? No, no intenten entenderlo: este es un chiste dedicado en exclusiva a los gallegos) que se las quieren comer por su condición de frutas. Y ahí se acaba todo.
Con esa joya de historia no era de extrañar que al segundo episodio, la serie me generara menos interés que el debate del estado de la nación, y prefiriera mirar con atención las grietas de la pared antes que enterarme cual sería la próxima aventura de Gazpacho, Mochilo y Pincho.



No serían más tontos si no entrenaran..para serlo

Los caballeros del zodiaco. Una de las primeras series japonesas que se emitieron en España y especialmente, en la tve. Como muchos recordarán, narraban las aventuras de un grupo de luchadores y sus armaduras desmontables, que protegían incansablemente a Atenea de..bueno, no tengo ni idea. Porque en la práctica todo se reducía a que los personajes se dispersaban por el mundo, se tenían que enfrentar a sus enemigos en sangrientos combates durante varios capítulos, y mientras Atenea solía estar encadenada o en coma con riesgo de palmarla. A los chavales de mi edad les encantaba esa épica y ese gore nunca visto hasta entonces, pero a mí…que no la entendía. Además, cuando empezaron a emitirla, los domingos por la mañana, estaba en el pueblo, y desde luego era más divertido poder salir a jugar fuera que estar viendo a unos guerreros atormentados. Y si lloviera o lloviese…bueno, mirar la cocina de carbón también era más divertido.



Y así podían seguir hasta el infinito..y más allá

Dragon Ball. Empiezo a entrar en terreno pantanoso. Atreverse a poner queja Dragon Ball, serie mitiquísima donde las haya, está actualmente penado mediante lapidación con adoquines de Zaragoza. Y es que esta serie, que permitió que la animación japonesa entrara en España (por la puerta trasera de las cadenas autonómicas), es recordada con cariño por todos sus espectadores…pero a mí no me interesaba lo más mínimo. Y no estoy hablando de la última etapa, con los combates inacabables y los niveles de super guerrero, no, sino que tampoco me gustaba la primera parte, con Son Goku niño y Bulma yendo a buscar unas bolas que conceden deseos. No podría explicar cual es el motivo, simplemente, la historia no me interesaba, los chistes me parecían malos, y los combates, me daban un poco igual. Además, yo era más del Doctor Slump y Arale, que ya era puro surrealismo y tenía cacas. Y por el momento, no ha habido animación japonesa que pudiera superar una sonriente caca.



¿Tengo o no tengo razón?

Esos son todos mis aborrecibles, al menos, hasta donde recuerdo. Seguiremos escribiendo en breve, si no recibo amenazas (por lo de Dragon Ball y Saint Seiya, claro)

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