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jueves, 5 de marzo de 2015

Big Hero 6 (2014). Robots, cosas japonesas y algunos superhéroes


 

Disney empieza a recordarme al chiste de “Google y Hacendado dominarán el mundo”. Con los derechos de Marvel, de Star Wars, y tras el éxito de Frozen, se han vuelto a poner a la cabeza en el ámbito del entretenimiento. Aunque es curioso que en cuanto a estrenos en cine, acaben apostando más por la animación digital que por los dibujos tradicionales a los que siempre estuvieron asociados. Y, si hace dos años el estreno navideño fue una versión libre de La reina de las nieves, ahora le toca el turno a una historia propia.

 


Big Hero 6 resulta en principio un título un poco ajeno al punto de partida de la historia (al menos para mí, que apenas leí nada sobre la película y la conocía por un par de trailers). Hiro es un chico huerfano que vive con su  hermano y tía en San Fransokio, una ciudad donde conviven la estética oriental y la tecnología imposible. Este prefiere dedicar su inteligencia y habilidad con la robótica a ganar peleas callejeras de robots. Una visita a la facultad de su hermano, donde los estudiantes son capaces de fabricar todo tipo de inventos, le hace cambiar de opinión y a su vez le sirve para conocer la última creación de este: Baymax, un asistente médico personalizado. Gracias a su diseño de unos microrrobots guiados por ondas cerebrales, consigue entrar en la facultad. Pero ese mismo día, esta se incendia y Hiro pierde a su hermano. Unos días después descubre que no fue solo Baymax y uno de sus microrrobots los que se salvaron del incendio, sino que todo su proyecto fue sacado de allí, y que un personaje oculto tras una máscara los está utilizando en su propio beneficio.



Lo que más llama la atención en las primeras secuencias es la estética de la película. Esta es deudora de la cultura japonesa, al menos de la cultura popular: la ciudad del protagonista es un lugar imaginario, pero con un nombre en el que se reconocen perfectamente los escenarios. Hay peleas callejeras como podría haberlas en una “de chinos”, pero reconvertidas a algo tan cómico como apuestas en peleas de robots. Pero el guiño más evidente es la actitud de los personajes una vez se plantea la trama. Esta recuerda directamente a las series “Sentai”. O lo que es lo mismo, a los grupos de héroes uniformados y robots gigantes que conocimos gracias a la adapción que se hizo con Power Rangers…o a Bioman, si se es un poco más mayor y más purista. No es que aquí haya muchos robots gigantes, y el diseño de los personajes es más variado y original que los uniformes de colorines que se veían en la tele. Pero los otros elementos, como las armas específicas, y especialmente, algunos detalles cómicos, como el ponerse a anunciar a gritos los ataques que lanza un personaje, son tal cual. De hecho, es uno de ellos el que se encarga en todo momento de incluir algún gag respecto a estos clichés, llegando a incluso a contar con un disfraz muy similar a los monstruos de goma que aparecían en estas series.

 


Junto a estos guiños a lo que muchos recordamos como “cosas japonesas”, hay también otros dos muy presentes: la ciencia ficción, tomada de una forma muy libre, e incluso los superhéroes. La primera se toma de una forma también bastante ligera, al presentar una universidad de genios donde todos y cada uno de los inventos están al servicio de lo que el guión necesita. Y donde llega a aparecer también un aparato que es verlo y acordarse un montón de Stargate. La referencia a los superhéroes va haciéndose más presente a medida que avanza la trama: si lo del grupo formado por los protagonistas empezaba como algo más cercano a la televisión, va haciéndose más cercana a otro tipo de héroe, hasta el punto de que el propio guión llega a bromear con la posibilidad de que esta se trate de una “historia sobre los orígenes de un superhéroe”. Lo cierto es que esta última parte, aunque está bien integrada en el guión, y hace que todo resulte una mezcla bastante divertida, es la que menos cómica me pareció. Parece que están demasiado empeñados en exprimir el tema de los superhéroes, hasta el punto de que aquí también acaba apareciendo un cameo de Stan Lee, un guiño a los uniformes de Marvel y un personaje destinado unicamente a incluir todos los chistes referenciales posibles y de paso, incidir algo más en estos últimos. No es raro que una película de entretenimiento incluya a alguien que sirva de alivio cómico, pero, ¿Realmente hace falta en una de animación que siempre va a tener una mayor carga humorística?

 

Estoy a favor de toda película que incluya un gato tricolor (por cierto, se llama Mochi)

Aunque el comienzo me hacía pensar que me encontraba ante una más de animación, el guión juega bastante bien con los giros (aunque se ponga un poco pesado con los chistes referenciales), lo que pensaba que se trataría de una historia sobre un chico, su robot abrazable y un malo que estaba cantado desde el principio, toma un camino muy distinto. Parece que desde Frozen o incluso Brave descubrieron que esto de jugar con el guión ofrece más posibilidades, y esta no es una excepción. Hiro y Baymax son los protagonista, y de hecho, la película destina mucho tiempo a caracterizarlos y construir la relación entre ambos. También es el personaje de Baymax el más llamativo desde un principio, y al que le han dedicado un mayor esfuerzo para que fuera la cara visible de la promoción. Lo cierto es que ambas cosas funcionan, consiguiendo que los momentos dramáticos sean bastante emotivos y que el personaje de Baymax sea cómico y entrañable: entre su voz robótica, sus pasitos un tanto torpes, y que incluso el que su inventor lo describa como “una apariencia poco amenazadora y abrazable” hace que se convierta en uno de los chistes más divertidos de la película.

 


Pero en realidad no es solo una película sobre un chico y su robot, porque a medida que esta avanza, se hace más coral, incluyendo al resto de personajes que, sin llegar a ser protagonistas, cuentan con la caracterización y la utilidad suficiente como para que cada uno cuente con su parte en el guión. Bueno, menos al que pusieron ahí para ser alivio cómico, que parece que solo sirve para hacer chistes de Godzillas y supervillanos. Y es también gracias a estos por los que el guión acaba contando con una sorpresa final bastante curiosa, aunque también recuerda bastante a la división que ahora le está dando a Disney más beneficios, y que acaba enlazando con la mención a las historias de orígenes de superhéroes que hacían mención en un momento.

 
No sé si esto último les servirá para hacer secuela, algo que a Disney, en cuanto a animación se refiere, no les suele salir nada bien. Pero sí he comprobado que Big Hero 6 es una película muy distinta a lo que esperaba. En algunos momentos esos giros me han gustado, en otros no..pero en tondo momento me han pillado por sorpresa y me han mantenido pendiente de lo que pasaba.

 

4 comentarios:

satrian dijo...

Mucho mucho te acuerdas de Stargate al ver esa escena, pero mucho.

Liliana Fuchs dijo...

A mí me pasó lo mismo al ponerme con la película, sólo conocía los carteles promocionales y el principio me despistó un poco.
Me gustó bastante y me resultó entretenida de principio a fin, aunque el tramo de "superhéroes" me convenció menos y los secundarios me parecen muy poco aprovechados. Y todo el escenario de San Fransokio se me quedó algo pequeño, me gustó lo que mostraban sobre todo en el primer tramo y me quedé con ganas de mucho más, aunque igual es cosa mía.
Eso sí, Baymax es amor absoluto.

PD. Mochi probablemente sea una gata :)

José Miguel García dijo...

La vi en Navidades (con sobrinitas con la edad adecuada, de modo que estaba bien predispuesto), y me dejó una impresión desigual. Por un lado, me desconcierta esa América "niponizada" sin mayores explicaciones; y me parece muy previsible, de la identidad del malo a las personalidades de los integrantes del grupo.

Pero, por otro lado, tiene una limpieza narrativa muy de agradecer, Baymax es de lo más achuchable en el buen sentido y las escenas que tienen en común Hiro y el robot sostienen perfectamente la historia. Yo sí creo que, tal como acaba y teniendo en cuenta el éxito, habrá secuela.

Renaissance dijo...

Satrian: de todo los guiños que incluía la película, era el más evidente...aunque el que más me sorprendió también, al no tener mucha relación con las otras influencias.

Liliana Fuchs: lo de ponerse a ver la película y encontrarse con algo que no contaba es casi lo mejor, especialmente ahora donde los trailers te resumen toda la historia. Hay algunas cosas que no me convencieron, como el tema de los superhéroes, porque estar metidos con calzador, pero la parte de Baymax y el protagonista son lo más entrañable y lo más conseguido.
Pd: Sí,los tricolores son hembras en su mayoría. Curiosamente, también conozco a una gata que se llama igual.

José Miguel García de Fórmica-Corsi: Comparado con algunas producciones infantiles, esta si es para todos los públicos en el buen sentido. Quizá la primera parte convence menos, porque con esto de "aparece señor número 1 y señor número 2. Uno de los dos será el malo, dependiendo de los giros que quiera dar el guión".
Lo mejor, sin duda, los personajes principales y la trama sobre la amistad y la pérdida de los seres queridos.

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